August 4, 2016

The X-Men # 8, 9 & 10 - Stan Lee & Jack Kirby

A book about mutants is forced to constantly mutate in one way or another. Thus the relative stability of earlier issues would give way to compelling modifications. In “Unus, the Untouchable!” (originally published in The X-Men # 8, November 1964), there are a couple of unexpected alterations to the status quo of the team. First of all, Iceman is now able to turn his snowy exterior into crystal-like ice; in theory, this is an example of how his powers are evolving, but in practice, he’s now more delicate, and even effeminate than in previous issues… so much in fact that his teammates mock him by telling him he is “becoming a regular Sue Storm”. Evidently, this is not enough to prove that Bobby Drake is concealing his homosexuality, but it does add up to his lack of interest in girls, as we saw in X-Men # 1, or the way he rejects female advances in X-Men # 7

The more important narrative element in this chapter is the first explicit depiction of discrimination towards mutants. Although in previous issues, the public’s reaction had been a bit ambivalent, this time it’s clear that even if the X-Men do the right thing, they’re still insulted and attacked by an angry mob. The human-mutant dichotomy, fundamental building block of the X-Men’s saga, is the source of many conflicts, with many future ramifications. A consequence we can identify right away is Beast’s temporary resignation to the X-Men. Understandably tired of saving mankind only to be later discriminated by men, the Beast is the first hero to quit the team, a concept that would be revisited in subsequent issues. In the end, Beast’s superior intellect is the key to defeat Unus, the Untouchable, an evil mutant eager to join Magneto’s Brotherhood.

A recurring theme in X-Men is the way the characters constantly dream about having a normal life. “If only we were ordinary humans… free to follow the urgings of our hearts! But I mustn’t allow myself such hopeless dreams”, confesses Jean Grey. In the end, the mutants’ extraordinary abilities can be either a blessing or a curse, and more often than not, the latter seems more likely than the former. This sort of inner conflicts and moral dilemmas were at the heart of Stan Lee’s scripts. “It’s a testament to Stan Lee’s genius that what he wrought relegated Marvel’s competition to mere followers. And he did it with an enviable charm and wit that permeated all of Marvel’s publications”. 

I’m sure every comic book reader out there loves fights between superheroes. And in Marvel’s formative years, the confrontation between heroes was actually quite frequent (in the beginning they didn’t know each other, and it wasn’t easy to tell friends from foes). “Enter, The Avengers!” (The X-Men # 9, January 1965) reunites the Earth’s mightiest heroes with the most unusual teen-agers of all time. Due to a misunderstanding, Thor, Captain America, Iron Man, Ant-Man and the Wasp fight against Cyclops, Marvel Girl, Beast, Angel and Iceman. Personally, I really enjoyed this issue and I wish we could’ve seen a longer fight, although the results are quite predictable (there’s no way the unexperienced X-Men could be a match for the power of Thor or Iron Man’s technology). Simultaneously, Professor X defeats the dangerous Lucifer.
From snow to ice / de nieve a hielo
“The Coming of Ka-Zar” (The X-Men # 10, March 1965) introduces one of those wild and crazy concepts that seemed to be so popular in the 60s: the Savage Land, the place that time forgot, a jungle inhabited by dinosaurs and other prehistoric species. Of course, instead of Tarzan we have Ka-Zar, Lord of the Jungle and his faithful companion Zabu (a domesticated sabretooth tiger). 
Unus, the Untouchable
Jack Kirby’s art continues to impress me. He has some stunning covers, especially issue # 9, with an iconic representation of the Avengers and the X-Men. The splash page of the Avengers issue is also one of my favorites, a brilliant circular composition and a very harmonic and yet dynamic treatment turns this image into an instant classic. Evidently, Kirby excels at action scenes, and in Ka-Zar’s issue the ‘King’ unleashes all his imagination, creating vibrant and spectacular sequences.
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Un título sobre mutantes está obligado, de una manera u otra, a mutar constantemente. Por lo tanto la relativa estabilidad de los primeros números daría paso a interesantes modificaciones. En “¡Unus, el Intocable!” (publicado originalmente en The X-Men # 8, noviembre de 1964), hay un par de inesperadas alteraciones al statu quo del equipo. En primer lugar, Iceman es ahora capaz de convertir la capa de nieve que lo cubre en hielo pulido como el cristal; en teoría, esto es un ejemplo de cómo sus poderes están evolucionando, pero en la práctica, ahora él es más delicado, e incluso más afeminado que antes... tanto así que sus compañeros se burlan de él, diciéndole que se está “convirtiendo en toda una Sue Storm”. Evidentemente, esto no es suficiente para probar que Bobby Drake estaba ocultando su homosexualidad, pero a eso hay que sumar su falta de interés en las chicas, como vimos en  X-Men # 1, o la forma en que rechaza los avances femeninos en X-Men # 7
Earth's mightiest heroes / los héroes más poderosos de la Tierra
El elemento narrativo más importante en este capítulo es la primera representación explícita de la discriminación hacia los mutantes. Si bien en episodios previos la reacción del público había sido un poco ambivalente, esta vez es claro que incluso si los X-Men hacen lo correcto, terminarán siendo insultados y atacados por una turba. La dicotomía humano-mutante, bloque de construcción fundamental de la saga de los X-Men, será la fuente de muchos conflictos, con innumerables ramificaciones a futuro. De inmediato podemos identificar una de las consecuencias: la renuncia temporal de Beast. Comprensiblemente cansado de salvar a la humanidad sólo para ser más tarde discriminado por la gente, Beast es el primer héroe que renuncia al equipo, un concepto que se hará habitual en años posteriores. Al final, el intelecto superior de Beast es la clave para derrotar a Unus, el Intocable, un mutante malvado con ganas de unirse a la Hermandad de Magneto.
Getting ready for the battle / alistándose para la batalla
Un tema recurrente en X-Men es la forma en que los personajes sueñan constantemente con tener una vida normal. “Si tan sólo fuésemos seres humanos ordinarios... ¡libres de seguir los impulsos de nuestro corazón! Pero no debo permitir que me invadan semejantes sueños sin esperanza”, confiesa Jean Grey. Al final, las extraordinarias habilidades mutantes pueden ser una bendición o una maldición, y a menudo, es más lo segundo que lo primero. Este tipo de conflictos internos y dilemas morales son el corazón de los guiones de Stan Lee. “Es una prueba de la genialidad de Stan Lee que él lograse relegar la competencia de Marvel a meros seguidores. Y que lo hiciera con un encanto envidiable y un ingenio que impregnó todas las publicaciones de Marvel”.
Avengers versus X-Men
Estoy seguro que todos los lectores de cómics adoran las peleas entre superhéroes. Y en los años formativos de Marvel, el enfrentamiento entre héroes en realidad era bastante frecuente (al principio no se conocían entre sí, y no era fácil distinguir a los amigos de los enemigos). “Entrad, Vengadores” (The X-Men # 9, enero de 1965) reúne los héroes más poderosos de la Tierra con los más inusuales adolescentes de todos los tiempos. Thor, Captain America, Iron Man, Ant-Man y Wasp luchan contra Cyclops, Marvel Girl, Beast, Angel y Iceman. Personalmente, me gustó mucho este episodio y hubiese querido que la pelea fuera más extensa, aunque los resultados sean bastante predecibles (no hay manera de que los inexpertos X-Men podría ser rivales para el poder de Thor o la tecnología de Iron Man). Simultáneamente, el Profesor X derrota al peligroso Lucifer.
Ka-Zar
“La llegada de Ka-Zar” (The X-Men # 10, marzo de 1965) presenta uno de esos conceptos salvajemente alocados que parecían ser tan populares en los 60s: la Tierra Salvaje, un lugar olvidado por el tiempo, una jungla habitada por dinosaurios y otras especies prehistóricas. Por supuesto, en lugar de Tarzán tenemos a Ka-Zar, señor de la jungla y su fiel compañero Zabu (un tigre dientes de sable domesticado).

El arte de Jack Kirby me sigue impresionando. Algunas de sus portadas son espectaculares, especialmente la del número 9, una representación icónica de los Vengadores y los X-Men. La página inicial de dicho ejemplar es también una de mis favoritas, la composición circular es brillante, y el tratamiento armónico y a la vez dinámico hacen de esta imagen un clásico instantáneo. Evidentemente, Kirby se destaca en las escenas de acción, y en la aventura de Ka-Zar, ‘the King’ da rienda suelta a toda su imaginación, creando secuencias vibrantes y espectaculares.

August 1, 2016

July Films / películas de julio

July was a special month for me because in addition to celebrating my birthday I also got rid of the usual Hollywood blockbusters. So let’s begin with Julieta (2016), directed by Pedro Almodóvar and based on Alice Munro’s short stories. As the Spanish director has done in the past, Julieta revolves around the lives of several female characters. The protagonists are a mother and her daughter, and we get to see how they evolve through the years. Tragedies, family secrets, deaths and abandonment seem to be the main elements in this remarkable film. Almodóvar’s subtle approach is certainly more restrained than in previous works, but the results are absolutely amazing. An intense drama, a shocking outcome and truly impressive acting turns this into one of the best productions of 2016.

Demolition (2015) reminds me why Jean-Marc Vallée continues to be one of my favorite contemporary filmmakers. When Jake Gyllenhaal (Nightcrawler) loses his wife in a car accident, his whole life starts to unravel. The protagonist is a man constantly struggling with himself, stubbornly trying to repress his feelings and getting even more disturbed as a result. During his grieving process he meets Naomi Watts (While We’re Young) and her son Judah Lewis, a 15-year old boy trying to come to terms with his sexuality. As the adult embarks in a self-destructive journey, the teenager finally finds enough courage to accept his homosexuality. In many ways, Jean-Marc Vallée’s proposal deals with some of the most painful aspects in life, but at the same time it reaffirms the urgency of exploring what’s going on inside ourselves. Demolition excels thanks to a nice combination of dark humor, unexpectedly touching scenes and a unique sense of humanity that permeates every single character. 

Just Jim (2015), directed, written and starred by Craig Roberts, is a surreal and very original coming of age movie. Craig Roberts (Submarine) is a shy teenager, considered a loser by his classmates and quite often bullied by them. There is nothing remarkable about his existence, and the anodyne atmosphere of his home is like a reflection of the ordinary reality of his small British town. However, the arrival of Emile Hirsch (10,000 Saints) is the prelude of change and agitation. I must say I really enjoyed Roberts directorial debut, but perhaps the experimental nature of the project was a bit excessive, and the ending could’ve been better. 

Bharat Nalluri’s Miss Pettigrew Lives For A Day (2008) is a delightful comedy about Amy Adams (Big Eyes), a promiscuous singer, and Frances McDormand (Fargo), her newly hired assistant. There are plenty of love problems, betrayals and humorous moments; and I really liked the way the director maintained a lighthearted and yet witty tone (I couldn’t stop laughing in some of the scenes). The cast also includes Tom Payne, Ciarán Hinds and Lee Pace.
my drawing / mi dibujo

Andrew Fleming’s The Craft (1996) reunites a group of girls obsessed with witchcraft and dark magic. Robin Tunney, the protagonist, has a unique gift that allows her to connect with strange supernatural forces. After moving to a new high school, she is befriended by Fairuza Balk and Neve Campbell (54). Together, they learn spells and try to summon demons. The Craft is a strange mixture of young romance, fantasy and a bit of horror. I found this surprisingly entertaining.

Wild Things (1998), directed by John McNaughton, is an audacious movie that begins with a major sexual scandal. High school teacher Matt Dillon (Rumble Fish) is accused of raping his student Denise Richards. Although he says he’s innocent, he’s immediately fired and during the trial Neve Campbell, one of his former students, also accuses him of molestation. It’s only thanks to cunning lawyer Bill Murray (Ghost Busters) that the protagonist stays out of jail. But this is only the set up for a new series of crimes and secret plans that involve all the characters. There are a lot of unexpected plot twists throughout the movie, but they all make sense. I really recommend it.

Of course, no month would be complete without a couple of short films. From Switzerland comes Petit homme (2014), directed by Jean-Guillaume Sonnier, a devastating chronicle about a group of apprentice jockeys. Thomas Doret and Hamza Meziani are two young boys training as best as they can, and hoping to participate in the next horse race. Competition is fierce among the kids, but what’s even worse is the sense of loneliness that is a part of their everyday life. Sequestered in a training facility and away from their parents, these two teenagers become intimate friends. Thomas Doret realizes he’s in love with the other boy. The frustration of the adolescent is magnificently portrayed by the director. And the ending is absolutely heartbreaking. 

Escapade (2014), directed, written and starred by Gijs Blom, is an extraordinary short film from the Netherlands. Robin Boissevain and Gijs Blom (famous for his role as a gay boy in Jongens) are two high school students, dealing with the typical insecurities and uncertainties of adolescence; however, one of them is the victim of an abusive father, and soon the idea of running away from home becomes an imperative. Broken dreams, unrequited love, friendship and a search for independence are the most important narrative elements in this memorable short film.
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Julio fue un mes especial: además de celebrar mi cumpleaños, también me deshice de los habituales éxitos de taquilla de Hollywood. Así que empecemos con “Julieta” (2016), dirigida por Pedro Almodóvar y basada en los cuentos de Alice Munro. Tal como ha hecho antes, el director español se concentra en la vida de varias mujeres. Las protagonistas son una madre y su hija, y vemos cómo ellas evolucionan a lo largo de los años. Tragedias, secretos de familia, muertes y abandono son los principales elementos de esta notable película. El enfoque sutil de Almodóvar es sin duda más moderado que en trabajos anteriores, pero los resultados son absolutamente increíbles. Un intenso drama, un desenlace sorprendente y actuaciones verdaderamente impresionantes hacen de esta una de las mejores producciones del 2016.

Demolition” (2015) me recordó por qué Jean-Marc Vallée sigue siendo uno de mis cineastas contemporáneos favoritos. Cuando Jake Gyllenhaal (Nightcrawler) pierde a su esposa en un accidente automovilístico, su vida comienza a desmoronarse. El protagonista es un hombre en una lucha constante consigo mismo, obstinadamente intenta reprimir sus sentimientos y cada vez se va hundiendo más. Durante su proceso de duelo se encuentra con Naomi Watts (While We’re Young) y su hijo Judah Lewis, un chico de 15 años que alberga dudas sobre su sexualidad. A medida que el adulto se embarca en un viaje autodestructivo, el adolescente finalmente encuentra el valor suficiente para aceptar su homosexualidad. En muchos sentidos, la propuesta de Jean-Marc Vallée abarca algunos de los aspectos más dolorosos de la vida, pero al mismo tiempo se reafirma la urgencia por explorar lo que está pasando dentro de nosotros mismos. “Demolition” sobresale gracias a una buena combinación de humor negro, escenas inesperadamente conmovedoras y un hálito de humanidad que defina a cada personaje. 

Just Jim” (2015), dirigida, escrita y protagonizada por Craig Roberts, es un surrealista y muy original relato sobre lo difícil que es crecer. Craig Roberts (Submarine) es un adolescente tímido, considerado un perdedor por sus compañeros de clase y muy a menudo humillado por ellos. No hay nada extraordinario sobre su existencia, y la atmósfera anodina de su casa es como un reflejo de la realidad ordinaria de su pueblito inglés. Sin embargo, la llegada de Emile Hirsch (10,000 Saints) anuncia un gran cambio y mucha agitación. Debo decir que me gustó mucho el debut de Roberts como director, pero tal vez la naturaleza experimental del proyecto sea un poco excesivo, y el final podría haber sido mejor.

Miss Pettigrew Lives For A Day” (2008), de Bharat Nalluri, es una deliciosa comedia sobre Amy Adams (Big Eyes), una cantante promiscua, y Frances McDormand (Fargo), su asistente recién contratada. Hay un montón de líos amorosos, traiciones y momentos de humor; y realmente me gustó la forma en la que el director mantuvo un tono desenfadado y sin embargo ingenioso (no pude dejar de reírme en algunas de las escenas). El reparto también incluye a Tom Payne, Ciarán Hinds y Lee Pace.

The Craft” (1996), de Andrew Fleming, reúne a un grupo de chicas obsesionadas con la brujería y la magia negra. Robin Tunney, la protagonista, tiene la habilidad de conectarse con fuerzas sobrenaturales. Después de trasladarse a una nueva escuela secundaria, ella se hace amiga de Fairuza Balk y Neve Campbell (54). Juntas, aprenden hechizos y tratar de invocar demonios. “The Craft” es una extraña mezcla de romance juvenil, fantasía y un poco de terror; y es sorprendentemente entretenida. 

Wild Things” (1998), dirigida por John McNaughton, es una audaz película que comienza con un escándalo sexual. El profesor de secundaria Matt Dillon (Rumble Fish) es acusado de violar a su alumna Denise Richards. Aunque él afirma que es inocente, es despedido inmediatamente y durante el juicio Neve Campbell, otra de sus estudiantes, también lo acusa de abuso sexual. Es sólo gracias a la astucia del abogado Bill Murray (Ghost Busters) que el protagonista logra salir libre. Pero esto es sólo el comienzo de una serie de crímenes y planes secretos que involucran a todos los personajes. Hay una gran cantidad de inesperados giros argumentales a lo largo de la película, pero todos ellos tienen sentido. La recomiendo de verdad.

Por supuesto, ningún mes estaría completo sin un par de cortometrajes. De Suiza llega “Petit homme” (2014), dirigida por Jean-Guillaume Sonnier, una crónica devastadora sobre un grupo de aprendices de jinetes. Thomas Doret y Hamza Meziani son dos muchachos que entrenan constantemente, con la esperanza de participar en la próxima carrera de caballos. La competencia es feroz entre estos chiquillos, pero lo que es aún peor es la sensación de soledad que forma parte de la vida cotidiana. Aislados en el centro de entrenamiento y lejos de sus padres, estos dos adolescentes se convierten en amigos íntimos. Thomas Doret se da cuenta de que está enamorado del otro chico. La frustración del adolescente está magníficamente retratada por el director. Y el final es absolutamente desgarrador.

Escapade” (2014), dirigida, escrita y protagonizada por Gijs Blom, es extraordinario cortometraje de los Países Bajos. Robin Boissevain y Gijs Blom (famoso por su papel como un muchacho gay en Jongens) son dos estudiantes de secundaria que se enfrentan a las inseguridades e incertidumbres típicas de la adolescencia; Sin embargo, uno de ellos es víctima de un padre abusivo, y pronto la idea de escaparse de casa se convierte en un imperativo. Sueños rotos, amor no correspondido, amistad y la búsqueda de la independencia son los elementos narrativos más importantes de este memorable cortometraje.

July 28, 2016

The X-Men # 5, 6 & 7 - Stan Lee & Jack Kirby

If we take a look at the first issues of most Marvel titles in the 60s, we’ll quickly realize that quite often the first villain to fight against the heroes isn’t necessarily a memorable foe. In fact, the most iconic enemies would only appear several months after the superheroes debut; for instance, in Fantastic Four # 1, the quartet defeats the Moleman, and readers would have to wait a while until the first appearance of Doctor Doom; the same thing happens with Spider-Man (the Green Goblin isn’t the first adversary to show up), Daredevil (no Kingpin in sight during the first adventures), Hulk, Iron Man, etc. 

It seems like only the X-Men got to meet their quintessential villain in the first issue. Indeed, Magneto’s tremendous popularity amongst the readers surely explains why he would soon monopolize the pages of The X-Men. Magneto and his Brotherhood of Evil Mutants reappear in “Trapped: One X-Man” (originally published in The X-Men # 5, May 1964). 

Although these comics were published half a century ago, they’re still incredibly entertaining. And many of the concepts developed by Stan Lee and Jack Kirby remain as fresh today as they were back in the 60s. I was born a couple of decades after the Marvel Comics renaissance, but thanks to the X-Men cartoons from the 90s I was familiar with the Danger Room (the training room), Asteroid M (Magneto’s secret headquarters) or Cerebro (the machine that would enhance Professor X’s already formidable mental powers). And today, even younger generations might have come across such things in the X-Men movies. The fact that now, in the 21st century, we can still find joy in concepts that were first seen on the page 50 years ago proves the immense talent of Lee and Kirby as creators.

I absolutely love the way Stan ‘the Man’ Lee grants us access into the private lives of the characters. It doesn’t matter if we’re talking about heroes or villains, Lee always manages to portray their intimate thoughts, dreams and fears so clearly that we immediately identify with them. Although it was quite rare at the time, Lee always included some redeeming element in his bad guys, and plenty of defects in his good guys, thus balancing things out. 

“Sub-Mariner Joins the Evil Mutants” (The X-Men # 6, July 1964) is self-explanatory enough. Namor, prince of Atlantis, is persuaded by Magneto to join the Brotherhood of Evil Mutants, but of course this is a very short-lived alliance. In “The Return of the Blob” (The X-Men # 7, September 1964), the X-Men once again thwart the plans of the master of magnetism, defeating the Blob and the rest of the evil mutants. In these stories, we learn more about Wanda Maximoff (Scarlet Witch) and her overprotective brother Pietro Maximoff (Quicksilver). 
The end of an era? / ¿El fin de una era?
The X-Men are still kids that need the guidance of their mentor, and as Xavier himself affirms “all I did was take the talent all of you already had and channel it in the right direction”. But the young mutants are still learning all the time; personally I find the naïveté and sometimes right-out clumsiness of “the most unusual teen-agers of all time” absolutely delightful. Moments like the surprise visit of Jean Grey’s parents can be really amusing, but maybe nothing beats the X-Men’s visit to Greenwich Village, home of the beatnik scene with all its countercultural references and hippy flavor; although it may be a little bit too caricaturized it’s nonetheless one of the funniest sequences we could find in the first year of X-Men. It’s also in Greenwich Village where we get to see how Bobby Drake turns down a girl who is very fond of him, explaining her that he is “a real busy guy”. Obviously, this harmless detail couldn’t be considered as conclusive evidence of Iceman’s repressed homosexuality, but it’s one of the many ambiguous situations that could raise suspicions amongst readers of the 21st century.
Secret identities / identidades secretas
Jack Kirby really hits his stride in these issues, creating some truly wonderful pages. One of my favorites is the splash page of X-Men # 5. A solemn scenario populated by brooding and somber heroes, uncannily human and yet superhuman at the same time (Cyclops’s grave demeanor and Xavier’s expression of defeat are priceless). The fighting sequences in Asteroid M or against Namor are also amazing. And, of course, Kirby’s covers are absolutely impressive.
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Si echamos un vistazo a los primeros números de la mayoría de los títulos de Marvel de los 60s, nos daremos cuenta rápidamente de que muy a menudo el primer villano con el que luchan los héroes no es necesariamente un enemigo memorable. De hecho, los enemigos más emblemáticos solamente aparecerían varios meses después del debut de los superhéroes; por ejemplo, en Fantastic Four # 1, el cuarteto vence a Moleman, y el lector tendría que esperar varios meses hasta la primera aparición de Doctor Doom; lo mismo sucede con el Spider-Man (el Duende Verde no es el primer adversario en aparecer), Daredevil (sin Kingpin a la vista durante las primeras aventuras), Hulk, Iron Man, etc.
Asteroid M

Parece que sólo los X-Men llegan a conocer a su villano por excelencia en el primer número. De hecho, la gran popularidad de Magneto entre los lectores explica por qué él rápidamente monopoliza las páginas de X-Men. Magneto y su Hermandad de Mutantes Diabólicos vuelven a aparecer en “Atrapado: Hombre X” (publicado originalmente en The X-Men # 5, mayo de 1964).

Aunque estos cómics se publicaron hace medio siglo, siguen siendo increíblemente entretenidos. Y muchos de los conceptos desarrollados por Stan Lee y Jack Kirby siguen siendo tan frescos hoy como lo fueron en los 60s. Nací un par de décadas después del renacimiento de Marvel Comics, pero gracias a los dibujos animados de X-Men de los 90s estuve familiarizado con el cuarto del peligro (la sala de entrenamiento), el asteroide M (cuartel general secreto de Magneto) o Cerebro (la máquina que aumenta las formidables facultades mentales del Profesor X). Y hoy, las generaciones más jóvenes, también conocen todo esto gracias a las películas de X-Men. El hecho de que ahora, en el siglo XXI, todavía podemos disfrutar los conceptos que aparecieron por primera vez hace 50 años, demuestra el inmenso talento de Lee y Kirby como creadores.

Me encanta la forma en que Stan 'the Man' Lee nos permite acceder a la vida privada de los personajes. No importa si estamos hablando de héroes o villanos, Lee siempre se las arregla para retratar sus pensamientos íntimos, sueños y temores tan claramente que nos identificamos inmediatamente con ellos. A pesar de que era algo inusual en esos años, Lee siempre incluye algún elemento redentor en los malos, y un montón de defectos en los buenos, equilibrando así la balanza.
X-Men versus Namor
En “Sub-Mariner se une a los mutantes diabólicos” (The X-Men # 6, julio de 1964), Namor, el príncipe de Atlantis, es persuadido por Magneto para unirse a la Hermandad de Mutantes Diabólicos, pero por supuesto esta es una alianza de muy corta duración. En “El retorno de Blob” (The X-Men # 7, septiembre de 1964), los X-Men, una vez más, frustran los planes del maestro del magnetismo, derrotan a Blob y al resto de los mutantes malvados. En estas historias, descubrimos más información sobre Wanda Maximoff (Scarlet Witch) y su hermano sobreprotector Pietro Maximoff (Quicksilver).
Graduation Day / Día de graduación
Los X-Men siguen siendo chiquillos que necesitan ser guiados por su mentor, y como Xavier afirma “todo lo que hice fue tomar el talento que todos ustedes ya tenían y canalizarlo en la dirección correcta”. Pero los jóvenes mutantes todavía están aprendiendo todo el tiempo; personalmente encuentro la ingenuidad y torpeza juvenil de “los más inusuales adolescentes de todos los tiempos” absolutamente deliciosas. Momentos como la visita sorpresa de los padres de Jean Grey son muy divertidos, pero pocas cosas superan la visita de los X-Men a Greenwich Village, escenario del movimiento beatnik con todas sus referencias contraculturales y alegorías hippy; aunque puede ser demasiado caricaturizada, no obstante, esta es una de las secuencias más divertidas del primer año de los X-Men. Es también en Greenwich Village donde podemos ver cómo Bobby Drake rechaza a una chica que está muy interesada en él; la explicación del muchacho es que “está verdaderamente ocupado”. Obviamente, este detalle inofensivo no podría considerarse como prueba concluyente de la homosexualidad reprimida de Iceman, pero es una de las muchas situaciones ambiguas que podrían apoyar las sospechas de los lectores del siglo XXI.
The Brotherhood of Evil Mutants / La Hermandad de Mutantes Diabólicos
El arte de Jack Kirby sigue mejorando, y aquí hay algunas páginas verdaderamente maravillosas. Una de mis favoritas es la página inicial de X-Men # 5. Un escenario solemne poblado por héroes melancólicos y sombríos, asombrosamente humanos y simultáneamente sobrehumanos (el gesto apesadumbrado de Cyclops y la expresión de derrota de Xavier son impactantes). Las secuencias de lucha en el asteroide M o en contra de Namor también son increíbles. Y, por supuesto, las portadas de Kirby son absolutamente impresionantes.

July 24, 2016

Huck - Mark Millar & Rafael Albuquerque

It’s been over a decade since I read Superman: Red Son for the first time, an Elseworlds project written by Mark Millar that turned out to be one of the best Superman stories ever written.  Red Son is up there with Alan Moore’s “Whatever Happened to the Man of Tomorrow” or John Byrne’s “Man of Steel”, it really is that good. And that shouldn’t come as a surprise, given the fact that Millar has often explained how much he loves Superman. But, save a few issues here and there, he was never a frequent Superman writer back when he was still working for DC Comics.

So as the smart man he is, Millar found the way to scratch this literary itch in the form of Superior and now Huck. Both works complement each other rather nicely, so I think it would be fitting to read them (or re-read them) at the same time. Huck is a friendly approach to the superhero genre with a nice touch of brightness and candor. In the words of Antony Delfini “we live in a world of cynicism, materialism, vanity, and selfishness. Huck is a breadth of fresh air because he’s the opposite of that mentality”.

Huck is a big guy –with an even bigger heart– from a small American town. He does at least one good deed a day, and he has become a blessing for all the people around him. But as soon as he decides to expand his radius of influence, and help men and women outside the US, his secret is now out in the open. No longer the town’s mysterious Samaritan, Huck is now a reluctant celebrity who must fight against hordes of newspaper journalists and TV reporters… and in the process he’s offered the possibility of finding out who his real mother is. 

There is something deceptively simple about Millar’s concept. This isn’t just a homage to Superman’s roots, it’s also an insightful portray of who we are as a society and what we expect, as readers, from our heroes. Huck is the guy who will help others asking for nothing in return. Some might consider that an odd behavior, why work so hard for others when he could become the richest man on Earth? Why is he so modest when he could be worldwide famous? Why bother to intervene when he could be much better off by simply abstaining from the conflicts of his nation? Perhaps because he believes he can make a difference, and because he everything he does is for the right reason. 

So instead of mindlessly fighting against supervillains like Superman does in his monthly titles, Huck lives a quiet life, preventing conflicts instead of going into battle, helping others in time so that he won’t have to worry about them later. There is something absolutely charming about this resurrection of the classic superhero. 
Huck
Of course, there is also plenty of action in Huck, as he will be forced to fight against a powerful android who keeps his mother in prison. The action scenes are adequate, but personally I think they betray a little bit the essence of the protagonist. Perhaps it would’ve been more interesting to focus more on Huck’s everyday life and, just for once, forget about the evil villain lurking in the shadows.

To be honest, it took me a couple of issues to warm up to Rafael Albuquerque’s style but I ended up enjoying his contribution. An accomplished penciler and inker, Albuquerque rose to prominence after his collaborations in Vertigo’s American Vampire. He doesn’t seem to be too keen on details or realistic anatomy, but that doesn’t detract from the evident value of his work. In fact, it’s thanks to his loose lines, his dynamic composition and his kinetic pages that we can appreciate the true nature of a character like Huck. His lines are wonderfully enhanced by Dave McCaig’s coloring, who provides the right mood in every scene with just a touch of the right pigment.
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Ha pasado más de una década desde que leí por primera vez “Superman: Red Son”, un proyecto Elseworlds escrito por Mark Millar que resultó ser una de las mejores historias de Superman de los últimos 75 años. Red Son es comparable con “¿Qué pasó con el Hombre del Mañana?” de Alan Moore o Man of Steel” de John Byrne. Y eso no debería ser una sorpresa, teniendo en cuenta que Millar ha explicado a menudo lo mucho que le encanta Superman. Pero, salvo algunos números desperdigados, él nunca fue un escritor habitual de Superman en la época en la que todavía estaba trabajando para DC Comics.
visiting a rough neighborhood / visitando un vecindario peligroso

Millar, con la astucia que lo caracteriza, encontró la manera de rascarse esta picazón literaria bajo la forma de Superior y ahora “Huck”. Ambos trabajos se complementan entre sí bastante bien, así que creo que sería adecuado leerlos (o re-leerlos) al mismo tiempo. Huck es un enfoque amigable sobre el género de los superhéroes, con un toque de optimismo y sinceridad. En palabras de Antonio Delfini “vivimos en un mundo de cinismo, materialismo, vanidad y egoísmo. Huck es una bocanada de aire fresco porque es lo opuesto de esa mentalidad”.

Huck es un sujeto grande –con un corazón aún más grande– en una pequeña ciudad norteamericana. Él hace por lo menos una buena acción al día, y se ha convertido en una bendición para todos los que lo rodean. Pero apenas decide ampliar su radio de influencia, y ayudar a la gente en otros países, su secreto sale a flote. En vez de ser el misterioso samaritano del pueblito, Huck es ahora una celebridad que debe luchar contra las hordas de periodistas de la prensa y reporteros de televisión... y en el proceso podrá descubrir quién es su verdadera madre.

El concepto central de Millar es aparentemente muy simple. Esto no es solamente un homenaje a las raíces de Superman, también es un retrato perspicaz de lo que somos como sociedad y lo que esperamos, como lectores, de nuestros héroes. Huck es el sujeto que va a ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Algunos podrían considerar que ese es un comportamiento extraño, ¿por qué ayudar a otras personas cuando podría convertirse en el hombre más rico de la Tierra? ¿Por qué es tan modesto cuando podría ser mundialmente famoso? ¿Por qué preocuparse por intervenir cuando podría abstenerse de los conflictos de su nación? Tal vez porque él cree que puede hacer la diferencia, y porque todo lo que hace es por una buena razón.

Así que en lugar de luchar tontamente contra supervillanos, como hace Superman en su colección mensual, Huck vive una vida tranquila, previene conflictos antes de que desemboquen en algo peor, ayuda a otros en el momento adecuado para no tener que preocuparse por ellos más tarde. Hay algo absolutamente encantador acerca de esta resurrección del superhéroe clásico.
Trapped / atrapados
Por supuesto, también hay un montón de acción en Huck, sobre todo cuando se verá obligado a luchar contra un poderoso androide que ha aprisionado a su madre. Las escenas de acción son adecuadas, pero personalmente creo que traicionan un poco la esencia del protagonista. Tal vez hubiera sido más interesante centrarse más en la vida cotidiana de Huck y, por una vez, olvidar al malvado villano que acecha desde las sombras.

Para ser honesto, me tomó un par de números acostumbrarme al estilo de Rafael Albuquerque pero terminé disfrutando su contribución. Albuquerque es un buen dibujante y un sólido entintador; él saltó a la fama después de sus colaboraciones en American Vampire de Vertigo. No parece estar demasiado interesado en la anatomía realista o en ser detallista, pero eso no le resta valor a su obra. De hecho, es gracias a sus líneas sueltas, su composición dinámica y sus vibrantes páginas que podemos apreciar la verdadera naturaleza de un personaje como Huck. Sus líneas están maravillosamente realzadas por el coloreado de Dave McCaig, que proporciona la atmósfera adecuada en cada escena con el pigmento apropiado.

July 20, 2016

Doom Patrol vol. 2 - Grant Morrison & Richard Case

Is a crazy artist a common stereotype? Sometimes it is. And clearly if we take a look at British writers like Alan Moore or Grant Morrison we will realize how eccentric they are and how their work has benefitted tremendously due to their unique peculiarities. 
Brian Bolland

That becomes more than evident in Grant Morrison’s foreword: “I decided straight away that I would attempt to restore the sense of the bizarre that made the original Doom Patrol so memorable. I wanted to reconnect with the fundamental, radical concept of the book – that here was a team composed of handicapped people […] This was a group of people with serious physical problems and, perhaps, one too many bats in the belfry”.

Morrison successfully reinstated the Doom Patrol as the strangest super-group in the world in “Crawling From the Wreckage”, and the next step was to create the Brotherhood of Dada, adversaries worthy of this unsettling team of deranged heroes. Mr. Nobody, the leader of the brotherhood, would describe himself as “the spirit of the twenty-first century, the abstract man. The virtual man. The notional man”, for him good and evil are “outmoded concepts for an antique age”, therefore his only mission is to celebrate the absurdity of life, to exacerbate chaos and to alter or destroy the meaning of things.

In “Nowhere Man” (originally published in Doom Patrol # 26, September 1989), Morrison shares with us the uncanny and hilarious secret origin of Mr. Nobody. And that’s the preamble for one of the most ambitious, wildly creative and insanely brilliant sagas of the Doom Patrol; in “The Painting That Ate Paris” (Doom Patrol # 27, November 1989), we get to see the glorious first accomplishment of the Brotherhood of Dada. 
Simon Bisley
In addition to Mr. Nobody, we have such unusual characters like The Quiz, who literally has all the superpowers you haven’t thought of, and in order to be defeated, all you have to do is think about those superpowers (of course, thinking about hundreds of extraordinary abilities can be actually quite a challenging task); Sleepwalk has unlimited strength so long as she remains asleep while using her powers; The Fog can absorb people but he doesn’t like to do that because then he can’t get rid of all those voices inside his head and Frenzy, an illiterate, homeless man who can turn into a living cyclone.  
Simon Bisley
Unable to deal with illogical threats, such as a painting with the ability to devour the entire city of Paris, the Justice League have no other choice but to wait for the Doom Patrol to save the day. In “Labyrinths” (Doom Patrol # 28, December 1989) and “The Kingdom of No” (Doom Patrol # 29, January 1990), we witness the arrival of the Fifth Horseman, the harbinger of the apocalypse, a creature that travels from one level of the painting to the next, gaining more and more strength each time. Every level of the painting represents a specific artistic movement: realism, impressionism, futurism, fauvism, surrealism, symbolism, cubism, abstractionism and so on. Therefore the only possibility to neutralize this powerful creature is by trapping it on the Dadaism level, thus forcing the horseman to lose all meaning and to embrace absurdity.
Simon Bisley
When the Doom Patrol fails, the Brotherhood of Dada must rescue the protagonists; in fact, when the painting throws up Paris and the Doom Patrol barely manages to escape from it, the brotherhood stays behind, forever living outside our reality. 
Simon Bisley
The Scottish writer also excels in more intimate and character-oriented issues, as we can see in “Going Underground” (Doom Patrol # 30, March 1990) a delirious journey through the exscinded mind of Crazy Jane and her 64 radically different personalities. The saga of the Cult of the Unwritten Book takes place in “The Word Made Flesh” (Doom Patrol # 31, April 1990), “Decreator” (Doom Patrol # 32, May 1990) and “The Puppet Theater” (Doom Patrol # 33, June 1990). Morrison constantly surprises us with dozens of original and wonderfully outlandish concepts; I would dare say that today any writer would take any of those concepts and turn it into a 6-issue miniseries, and the fact that Morrison can include so many page after page just proves how, back in the 80s, he was truly at the top of his game.
Simon Bisley

Before the arrival of the Decreator (a cosmic entity with enough power to eliminate the entire solar system), there are symptoms of the upcoming doomsday. Many odd enemies show up: the Dry Bachelors (composed of lifeless human skin scales), the Mystery Kites (made of skin and bones of murder victims), the Spectres of Delirium, the Never-Never Boys, the Pale Police (with the ability to trap people inside the maze of their own fingerprints), the Hiroshima Shadows (radioactive and atomic ghosts from Japan), the Little Sisters of Our Lady of the Razors, etc. And even against impossible odds, the Doom Patrol finds the way to force the Decreator to go away; in the process they use the Sagrada Familia cathedral in Barcelona as a mystic tuning fork. “Gaudi designed this cathedral to gather and broadcast spiritual energies”, explains Crazy Jane, that and Cliff Steele’s incursion into the extradimensional town of Nurnheim are enough to guarantee the survival of our world.

“The Soul of a New Machine” (Doom Patrol # 34, July 1990) is one of my favorite chapters. It revolves around the philosophical distinction between mind and body, and the prevalence of the former over the latter. While Cliff Steele’s robotic body is under repair, his brain is carefully placed in a tank full of liquid nutrients. As Robotman, Cliff Steele is a fascinating contradiction, a human mind forever trapped inside a robotic body, how much of his humanity has been lost? And what happens when his robotic body develops its own consciousness. At the same time, the Brain and Monsieur Mallah break into the Doom Patrol’s headquarters. The Brain is also a mind without a body, a tormented soul always hoping to find a way to experience life physically. His ally and close partner is Monsieur Mallah, a super intelligent gorilla. Together they discuss about philosophy, cultural movements, history and art; sure, they’re some of the most recurring Doom Patrol supervillains but in the hands of Morrison they’re also a fascinating couple. And, indeed, the author reveals that even if the Brain has no body, he still has feelings and needs; indeed, the Brain and Monsieur Mallah love each other. However, this is more of a Platonic love since the Brain has no body and therefore no way to express his feelings towards Monsieur Mallah, that’s why his original plan is to take over the robotic body of Cliff Steele. This is definitely one of the weirdest and most surreal romantic tales I’ve ever read, and one of DC Comics first stories that openly dealt with homosexuality.
The Painting That Ate Paris / el cuadro que devoró París
Richard Case’s pages get better witch each issue and, in the words of editor Tom Peyer, “watching him grow from a raw but confident talent to an inspired master craftsman has been one of Doom Patrol’s most satisfying rewards”. I must also praise the magnificent covers by Simon Bisley, an artist capable of introducing insanity in visually striking compositions. “Morrison and artist Richard Case took over that fourth-tier superhero series at the beginning of 1989 and spent the next four years driving it through zones of surreal madness that comics had scarcely visited before (and mostly haven’t revisited)”; this wonderful creative team would keep on pushing the envelope, deconstructing the superhero genre while reminding us why rare is a synonym of valuable, and why weird and prodigy fit so well in the same sentence.
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¿Qué tan común es el estereotipo del artista loco? Claramente, si echamos un vistazo a escritores británicos como Alan Moore o Grant Morrison nos daremos cuenta de lo excéntricos que son y veremos cómo su trabajo se ha beneficiado enormemente debido a sus rarezas y peculiaridades.
Justice League of America & Doom Patrol
Eso es evidente en el prólogo de Grant Morrison: “decidí enseguida que iba a intentar restaurar ese sentido de rareza que hizo que la Patrulla Condenada original fuese tan memorable. Quería volver a conectar con el concepto fundamental, radical del título –que aquí había un equipo compuesto por gente con discapacidades [...] Este era un grupo de personas con graves problemas físicos y, tal vez, más de un tornillo suelto”.
This is not a job for Superman / este no es un trabajo para Superman

Morrison reafirmó a la Doom Patrol como el más extraño súper-grupo del mundo en “Arrastrándose desde los escombros”; el siguiente paso era la creación de la Hermandad de Dadá, dignos adversarios de este equipo de héroes inquietantes y trastornados. Mr. Nobody, el líder de la hermandad, se describe a sí mismo como “el espíritu del siglo XXI, el hombre abstracto. El hombre virtual. El hombre conceptual”, en su opinión, el bien y el mal son “conceptos anticuados de una época antigua”, así que su única misión es celebrar lo absurdo de la vida, agravar el caos y alterar o destruir el significado de las cosas.

En “El hombre de ningún lado” (publicado originalmente en Doom Patrol # 26, septiembre de 1989), Morrison comparte con nosotros el extraño e hilarante origen de Mr. Nobody. Y ese es el preámbulo de una de las sagas más ambiciosas, tremendamente creativas e increíblemente brillantes de Doom Patrol; en “El cuadro que devoró París” (Doom Patrol # 27, noviembre de 1989), podemos ver la gloriosa primera misión de la Hermandad de Dadá.

Además de Mr. Nobody, tenemos personajes inusuales como The Quiz, que literalmente tiene todos los poderes en los que no has pensado, y con el fin de ser derrotado, todo lo que tienes que hacer es pensar en esos súper poderes (por supuesto, pensar en cientos de habilidades extraordinarias puede ser en realidad una tarea bastante difícil); Sonámbula tiene fuerza ilimitada, siempre y cuando permanezca dormida mientras usa sus poderes; Niebla puede absorber personas, pero no le gusta hacerlo porque entonces no puede deshacerse de todas esas voces dentro de su cabeza y Frenesí es un vagabundo analfabeto que puede convertirse en un ciclón viviente.
The Word Made Flesh / la palabra hecha carne

Incapaz de hacer frente a amenazas tan ilógicas como un cuadro con la capacidad de devorar a toda la ciudad de París, la Liga de la Justicia no tienen otra opción que esperar a que la Doom Patrol solucione el problema. En “Laberintos” (Doom Patrol # 28, diciembre de 1989) y “El reino de No” (Doom Patrol # 29, enero de 1990), asistimos a la llegada del Quinto Jinete, el precursor del apocalipsis, una criatura que viaja de un nivel de la pintura a la siguiente, ganando cada vez más fuerza. Cada nivel de la pintura representa un movimiento artístico específico: realismo, impresionismo, futurismo, fovismo, surrealismo, simbolismo, cubismo, abstraccionismo y así sucesivamente. Por lo tanto, la única posibilidad de neutralizar a esta poderosa criatura es atrapándola en el nivel del dadaísmo, forzando así al jinete a perder todo significado y a aceptar lo absurdo.

Cuando la Doom Patrol fracasa, la Hermandad de Dadá debe rescatar a los protagonistas; de hecho, cuando el cuadro vomita París y la Doom Patrol apenas logra escapar con vida, la hermandad se queda en la pintura, viviendo para siempre fuera de la realidad.

El escritor escocés también sobresale en capítulos más íntimos, como podemos ver en “Ir bajo tierra” (Doom Patrol # 30, marzo de 1990), un viaje delirante por la mente escindida de Crazy Jane y sus 64 personalidades radicalmente diferentes. La saga del Culto del Libro No Escrito se desarrolla en “La palabra hecha carne” (Doom Patrol # 31, abril de 1990), “Descreador” (Doom Patrol # 32, mayo de 1990) y “El teatro de títeres” (Doom Patrol # 33, junio de 1990). Morrison nos sorprende constantemente con docenas de conceptos originales y maravillosamente extravagantes; me atrevería a decir que hoy en día cualquier escritor tomaría uno de esos conceptos y lo convertiría en una miniserie de 6 ejemplares, y el hecho de que Morrison pueda incluir tantas ideas página tras página demuestra que, en los 80s, él estaba en su mejor momento como guionista. 
Decreator / Descreador
Antes de la llegada del Descreador (una entidad cósmica con el poder suficiente para borrar todo el sistema solar), hay síntomas del inminente día del juicio final. Aparecen muchos enemigos estrambóticos: los Solteros Secos (compuestos por partículas de piel humana sin vida), las Cometas Misteriosas (hechas de la piel y de los huesos de las víctimas de homicidio), los Espectros del Delirio, los Chicos de Nunca-Nunca Jamás, la Policía Pálida (capaces de atrapar a las personas dentro del laberinto de sus propias huellas digitales), las Sombras de Hiroshima (fantasmas radiactivos y atómicos de Japón), las Hermanitas de la Virgen de la Maquinilla de Afeitar, etc. Contra viento y marea, la Doom Patrol encuentra la manera de alejar al Descreador; en el proceso utilizan la Sagrada Familia de Barcelona como un afinador místico. “Gaudí diseñó esta catedral para recoger y transmitir energías espirituales”, explica Crazy Jane, y con la incursión de Cliff Steele en la ciudad extradimensional de Nurnheim se garantiza la supervivencia de nuestro mundo.
The Brain & Monsieur Mallah

“El alma de una nueva máquina” (Doom Patrol # 34, julio de 1990) es uno de mis capítulos favoritos. Gira en torno a la distinción filosófica entre la mente y el cuerpo, y la primacía de la primera sobre la segunda. Mientras que el cuerpo robótico de Cliff Steele está en reparación, su cerebro es colocado cuidadosamente en un tanque lleno de nutrientes líquidos. Como Robotman, Cliff Steele es una contradicción fascinante, una mente humana para siempre atrapada dentro de un cuerpo robótico, ¿cuánto de su humanidad se ha perdido? ¿Y qué ocurre cuando su cuerpo robótico desarrolla una conciencia propia? Al mismo tiempo, Brain y Monsieur Mallah irrumpen en el cuartel general de la Patrulla Condenada. Brain es también una mente sin cuerpo, un alma atormentada que espera encontrar una manera de experimentar la vida física. Su aliado y compañero cercano es Monsieur Mallah, un gorila súper inteligente. Juntos discuten acerca de filosofía, movimientos culturales, historia y arte; desde luego, ellos supervillanos recurrentes de la Doom Patrol, pero en manos de Morrison también son una pareja fascinante. Y, de hecho, el autor revela que, incluso si Brain no tiene cuerpo, todavía tiene sentimientos y necesidades; de hecho, Brain y Monsieur Mallah se aman. Sin embargo, este es un amor platónico ya que Brain no tiene cuerpo y por lo tanto no tiene manera de expresar sus sentimientos hacia Monsieur Mallah, es por eso que su plan es apoderarse del cuerpo robótico de Cliff Steele. Esta es sin duda uno de los relatos románticos más extraños y surrealistas que he leído, y una de las primeras historias de DC Comics que tratan abiertamente el tema de la homosexualidad. 

Las páginas de Richard Case mejoran número tras número y, en palabras del editor Tom Peyer, “verlo crecer desde un talento en bruto hasta ser un maestro artesano que nos inspira ha sido una de las recompensas más satisfactorias de Doom Patrol”. También debo elogiar las magníficas portadas de Simon Bisley, un artista capaz de introducir la locura en composiciones visualmente sorprendentes. “Morrison y el artista Richard Case se encargaron de una serie de superhéroes de cuarta categoría a principios de 1989, y pasaron los siguientes cuatro años llevándola a través de zonas de locura surrealista que los cómics apenas habían visitado en aquella época (y que no se han revisitado desde entonces)”; este maravilloso equipo creativo seguiría rompiendo esquemas con la deconstrucción del género de superhéroes, haciéndonos recordar por qué lo raro es sinónimo de valioso, y por qué extraño y prodigio encajan tan bien en una misma frase.