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April 9, 2015

MPH - Mark Millar & Duncan Fegredo

1: Duncan Fegredo
Growing up in a third-world country involves a lot of idealization. You tend to think that the United States of America is, indeed, the land of freedom and the only place on Earth where your dreams can come true. It wasn’t until I was 14 or 15 years old that I realized that the United States wasn’t such a nice paradise. On the contrary, it was also plagued by failure, poverty and despair. Or at least that was the approach in “Bowling for Columbine”, Michael Moore’s Academy Award-winning documentary.

Michael Moore focused on the American automotive industry and how closing down factories had effectively ruined the lives of thousands of men and women, destroying entire neighborhoods and cities. Detroit, once a shiny and thriving city had now been tarnished by sleazy and decadent ghettos; people could no longer dream about a better future, all they could do was remember the long-gone golden era of Ford and General Motors.

Audacious as ever, Mark Millar delves into this hopelessness, this feeling of being caged into a vicious circle of poverty, and he really nails it when he transports us, all of us, to Detroit, to witness the life of Roscoe, an ambitious young man, his girlfriend Rosa and his best friend Chevy. They may be America’s disenfranchised youth, but they have also found the way to empower themselves, and not just metaphorically.
2: Eric Cañete    []    3: Paul Pope

If cars production slowed down and eventually disappeared, causing an economic decline, these kids do just the opposite: they speed up, they run faster than airplanes and their velocity puts in motion many things. There’s money to be made, but also justice to be sought.  
4: Andrew Robinson  []      5: Declan Shalvey


Roscoe is in jail / Roscoe está en la cárcel
Roscoe and his friends focus on very specific targets: “the Banks that stopped our lines of credit… the crooked politicians that sold us down the river… the car companies that outsourced jobs and left us with nothing but drugs and American Idol”. Indeed, the stupefied people in Detroit have no more dreams than the plastic and vulgar domain of reality shows, and no more satisfaction than the immediate joy of addiction. 

In Roscoe’s mind, it’s about time to avenge the men and women of Detroit. So he hits rich people where it hurts the most: in their pockets. And he gives away millions of dollars to the citizens of Detroit. But instead of a modern Robin Hood, Roscoe is more of a contemporary communist. “Marx and Engels called it capitalism’s basic flaw: that a system built around endless competition means mass unemployment and eventual entropy”, affirms the protagonist.

Nevertheless, Roscoe forgets what Slavoj Žižek has written in his philosophic essays. Our consumerism nature is an expression of our need for surplus enjoyment. In a libidinal economy, what matters most is our excessive jouissance, linked to the Lacanian objet petit a. Therefore, if our desire is like a thirst that can never be quenched, then our economic and financial practices will operate in a similar way.

This inherent greed, this overwhelming ambition is what defines Chevy. Although Roscoe and Rosa are generous and give away the money to those who need it the most, Chevy wants the opposite. He wants more and more money and he doesn’t want to share any of it. What is at first a mild disagreement turns into a brutal fight. After all, when millions of dollars are at stake, the concept of friendship loses all meaning.

The dramatic last fight between Roscoe and Chevy is full of adrenaline, speed and energy. Obviously, the protagonist wins in the end but what’s really brilliant about this miniseries is the way in which he wins. In the last chapter, the author reveals two time paradoxes. The first explains Roscoe’s victory and the last gives appropriate closure to the apparent demise of Jiggy, Rosa’s little brother. MPH’s last pages are wonderfully poignant and yet full of optimism. Once again, the Scottish writer has hit a home run.
Robbing banks at super-speed / robando bancos a súper-velocidad

Duncan Fegredo is an amazing artist that has delighted me since I was in high school. There is something unique in the way his loose lines can express so much: movement, feelings, expressions, hidden thoughts. There is something special in the way he makes everything flow. He was already an extraordinary artist when he illustrated Enigma (the first major gay superhero series published by Vertigo), but after two decades I’m surprised to see how much he has actually improved. His love for details, his harmonic designs, his dynamic compositions... everything is so much better now than it ever was before.
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Giving away stolen money / regalando dinero robado

Gracias al cine y la televisión, uno tiende a pensar que Estados Unidos es la tierra de la libertad y el único lugar donde los sueños pueden hacerse realidad. Sin embargo, este nivel de idealización no suele resistir una examinación a fondo. Por el contrario, si miramos con atención notaremos que Estados Unidos está plagado de fracaso, pobreza y desesperación. Ciertamente, este era el enfoque de "Bowling for Columbine", documental ganador del Oscar dirigido por Michael Moore.

Michael Moore se centró en la industria automotriz estadounidense y cómo el cierre de fábricas había arruinado la vida de miles de hombres y mujeres, destruyendo barrios y ciudades enteras. Detroit, alguna vez una ciudad reluciente y próspera perdería el lustre con sus guetos sórdidos y decadentes; la gente ya no podría soñar con un futuro mejor, lo único que podrían hacer era recordar el lejano pasado, la época dorada de Ford y General Motors.

Audaz como siempre, Mark Millar hurga en esta desesperanza, esta sensación de estar enjaulado en un círculo vicioso de pobreza, y realmente da en el blanco cuando nos transporta, a todos nosotros, a Detroit, para ser testigos de la vida de Roscoe, un ambicioso joven, su novia Rosa y su mejor amigo Chevy. Quizá ellos sean los jóvenes marginados de Estados Unidos, pero son los que han encontrado la manera de obtener el poder, y no sólo metafóricamente. 
Chevy attacks the police / Chevy ataca a la policía

Si la producción de automóviles se enlenteció y finalmente desapareció, causando un declive económico, estos chicos hacen justo lo contrario: aceleran, corren más rápido que los aviones y su velocidad pone en movimiento muchas cosas. Hay dinero de por medio, pero también un afán de justicia.

Roscoe y sus amigos se centran en objetivos muy específicos: "los bancos que suspendieron nuestras líneas de crédito ... los políticos corruptos que nos vendieron... las empresas de automóviles que trasladaron la producción a otros países y nos dejaron sin nada más que drogas y American Idol". De hecho, las personas idiotizadas de Detroit no tienen más sueños que el plástico y vulgar dominio de los reality shows, y ninguna otra satisfacción excepto el goce inmediato de la adicción.

En la mente de Roscoe, ya es hora de vengar a la gente de Detroit. Así que él golpea a las personas adineradas donde más les duele: en sus bolsillos. Y regala millones de dólares a los ciudadanos de Detroit. Pero en lugar de un Robin Hood moderno, Roscoe es más que nada un comunista contemporáneo. "Marx y Engels encontraron la falla básica del capitalismo: un sistema construido en torno a la competencia sin fin significará el desempleo masivo y la eventual entropía", afirma el protagonista. 
Roscoe versus Chevy

Sin embargo, Roscoe olvida lo que Slavoj Žižek ha escrito en sus ensayos filosóficos. Nuestra naturaleza consumista es una expresión de nuestra necesidad de superávit de goce. En una economía libidinal, lo que más importa es nuestro goce excesivo, vinculado al objet petit a lacaniano. Por lo tanto, si nuestro deseo es como una sed que nunca puede ser saciada, entonces nuestras prácticas económicas y financieras funcionarán de una manera similar.
MPH pills (last panel) / píldoras de MPH (última viñeta)

Esta codicia inherente, esta ambición abrumadora es lo que define a Chevy. Aunque Roscoe y Rosa son generosos y regalan el dinero a aquellos que más lo necesitan, Chevy quiere lo contrario. Él quiere más y más dinero y no quiere compartir ni un centavo. Lo que al principio es un desacuerdo leve se convierte luego en una lucha brutal. Después de todo, cuando millones de dólares están en juego, el concepto de amistad pierde todo significado.

La dramática pelea final entre Roscoe y Chevy está llena de adrenalina, velocidad y energía. Obviamente, el protagonista gana al final, pero lo que es realmente brillante sobre esta miniserie es la manera en la que gana. En el último capítulo, el autor revela dos paradojas temporales. La primera explica la victoria de Roscoe y la última da un cierre apropiado a la aparente desaparición de Jiggy, el hermano menor de Rosa. Las últimas páginas de MPH son maravillosamente conmovedoras y no obstante llenas de optimismo. Una vez más, el escritor escocés sorprende a los lectores.

Duncan Fegredo es un artista increíble que me ha entusiasmado desde que estaba en la secundaria. Hay algo único en la forma en que sus líneas sueltas pueden expresar tanto: movimiento, sentimientos, expresiones, pensamientos ocultos. Hay algo especial en la forma en que hace que todo fluya. Él ya era un artista extraordinario cuando ilustró Enigma (la primera serie importante de un superhéroe gay publicada por Vertigo), pero después de dos décadas estoy sorprendido de ver lo mucho que ha mejorado. Su amor por los detalles, sus diseños armónicos, sus composiciones dinámicas... ahora todo es mucho mejor de lo que era antes.

October 28, 2013

Narcopolis - Jamie Delano & Jeremy Rock

The pursuit of happiness has long been forsaken. It has been replaced with unabashed and endless consumerism. Certainly, our century can be defined by people’s obsession to consume… either products or their own lives. We no longer live to be happy. Our one and only goal is to be good clients, loyal customers and perpetual consumers. 

Jamie Delano understands the zeitgeist of the 21st century and extrapolates the characteristics of our time, projecting them onto a future that feels extremely close to our present. Delano is the architect of Narcopolis, the City of Joy. In this huge metropolis all citizens max out their credit lines in order to purchase joos, a slimy substance that is consumed by 99.99% of the population. Everyone craves for MamaDream’s joos, in fact, everyone is addicted to it but they don’t know it. They enthusiastically spend their money to buy this juice, and once the money is gone they contract debts to keep on buying. Consumerism never stops, not even for a second.

The protagonist, Gray Neighbor, is a hardworking man with one defect: curiosity. He wonders why Narcopolis is at war with “the enemy”, an abstract menace that causes panic in the streets of the city. He also has another weakness: unlike most citizens he enjoys reading. And he has a small collection of books, those ‘lettered artifacts’ that most people avoid touching, after all, as popular belief would have it, paper can transmit diseases and cause skin infections. Delano pays homage to sci-fi classics such as George Orwell’s “1984”, Ray Bradbury’s “Fahrenheit 451” and Aldous Huxley’s “Brave New World”. We have a totalitarian government (“1984”), a complete rejection towards culture and books (“Fahrenheit 451”) and the illusion of a happy world (“Brave New World”). Of course the British author spices it all up with the presence of marketing and the need for people to consume and keep on consuming.  

For years, Gray Neighbor has lived a quiet and anodyne life. But lately he has been making a lot of mistakes. He never watches SlickArt, the predominant form of visual entertainment (similar to this century’s pornographic videos). Besides that, he doesn’t consume joos, and because he isn’t addicted to this substance he’s not using his credit line. He’s the only citizen that has liquidity instead of debts. And that makes him a suspect. So the government sends agent Azure Love to spy on him. After all, a man that reads books and doesn’t enjoy joos may very well be a terrorist.

But what’s wrong with drinking joos? Isn’t a good offer irresistible for us? And, if we forget fiction for a moment, what’s wrong with wanting to buy the latest smartphone model or a brand new car or the trendiest clothes? Well, there is nothing wrong with it as long as we are aware of the nature of desire. The human condition can be expressed as a struggle between lack and excess. As Jacques Lacan wrote once, “the word kills the thing”.  The word kills the thing because it introduces the concept of absence. Thanks to the word, it is possible for us to refer to things that are absent and that don’t even exist. 

But language is never enough for us. And thus a gap is produced. Lacan also talks about the Real, that which cannot be symbolized through language, and that operates as lack, but also as an excess. The subject’s desire can never be satisfied; instead we all go on wanting more and more in a never ending process of consumption unconsciously believed to be the path to wholeness, to a primordial time previous to the absence created by the word.

“In order to continue to exist, desire must have its objects perpetually absent. It’s not the ‘it’ that you want, it’s the fantasy of ‘it’”, explains Slavoj Žižek. Let’s try to understand what desires means. It would be a blatant mistake if you tell me that what you really want is the object of your desire. No. what you really want is the fantasy and the thrill of trying to find that object of desire and, because you are after a fantasy, your object of desire will be perpetually unobtainable. The bases of publicity respond to that psychoanalytical notion. Advertisers can capitalize on this knowledge by promoting and advertising such fantasies as the perfect house, the ideal holiday, a successful lifestyle, and so on. It is for these reasons that the inhabitants of Narcopolis are easy prey to the publicity of MamaDream

The word Narcopolis comes from two Greek terms: “narcos” meaning stupor and slumber, and “polis”, meaning city. It is no surprise, then, that the people in this metropolis live in a constant state of stupor produced by the substances they ingest on a daily basis. But they can’t overcome their addiction. Because MamaDream promises them pleasure but gives them jouissance instead.


Gray Neighbor
For Lacan, pleasure is satisfaction. For instance, when I’m hungry I feel satisfied eating a delicious meal.  Jouissance is the opposite of relief. It’s what happens when I eat compulsively, disregarding the consequences, unaware to the pain and discomfort that I experience because of my continued consumption. That jouissance is the repetition of a trauma that permanently subverts pleasure and happiness and from which we cannot escape.

Agent Love suspects that Gray Neighbor might be a dangerous, subversive individual, nonetheless she feels attracted to him. After a few weeks living together, Gray agrees to become a law enforcement agent. As much as he hates MamaDream and the soulless corporative reality in which he’s trapped, he concludes that the alternative, the ever invisible “enemy” could be much worse.  

But Gray still has problems adapting to his new life. First of all, he isn’t a fan of SlickArt. Why would someone feel uncomfortable watching pornographic shows every minute of every day in the walls of countless public buildings, cafés and restaurants? Because never-ending pornography deteriorates imagination. By showing explicit penetration, ejaculation and everything in-between, porn, indeed “leaves nothing to the imagination”. But it also supersedes the order of the symbolic with a more tangible representation. 

What happens when a lover is confronted with the naked body of the other in all its materiality? Attraction can turn into disgust. This happens because the lover will stare at the other’s moles, pimples, excretions, etc. (elements that would have no effect on animal copulation). To be a part of the symbolic order (with its laws, conventions and images of perfection), the human subject effectively disassociates from the materiality of the body. SlickArt creates an image of physical perfection, constantly erected cocks and large genitalia that do not necessarily correspond with reality. Furthermore, by eliminating the materiality of the body, our sexual urge is “disinfected”. 

In second place, Gray loathes the immanent greed of the mega-corporations. In “The Sublime Object of Ideology”, Žižek argued that there is a constitutive, necessary excess within capitalism, an imbalance which, rather than weakening capitalism reveals the truth of its constitution. Capitalism is in essence a system in crisis, but a constitutive crisis which generates the upwards spiral of productivity which is the basis of the capitalist production of surplus. This is one of the reasons why capitalism could never be replaced and why it fits so well with the human psyche. Only capitalism can take advantage of the lack and the excess, of desire and jouissance.
The world of tomorrow / el mundo del mañana

Gray had refused to drink joos since the first chapter. And he realizes he was right when he discovers that hundreds of men and women are sucked dry by the tentacles of MamaDream. If we consider the Real as the detritus of the signifier, then it would be fair to affirm that joos is that excess, that Lacanian Real that penetrates through the pores of society. This liquid excrement remains as a void to be filled, “an excess of existence over representation”.

After graduating as an agent, Gray and Love are invited to the Cathedral of Desire, a place that exemplifies very well this civilization’s ideal of entertainment. Every citizen of Narcopolis has visited the cathedral at least once. Let’s remember that the command the superego directs to the subject is, of all things, "Enjoy!". And everyone here follows that command. 

The only one who can protest against this command is Gray. “Wake up, Azure. You can’t love a brand. MamaDream is a FeelGood drug, not a sucking ideology”, he declares. Why does MamaDream demand complete devotion? Evidently, because she feeds on human jouissance. Far from being an anonymous brand, MamaDream needs the constant influx of jouissance from the citizens to define, even constitute itself. 

In the end, it’s clear that Gray and Love cannot overcome the corporation. They can’t change the world. Perhaps this is a crisis of symbolic investiture, or simply an admittance of defeat. Anyway, they have but two choices: freedom or safety. Freedom means to flee the city and no longer be a consumer, and safety means to return to their old lives and embrace the omnipotence of MamaDream. What would you choose? 

Jamie Delano has created a fantastic and scary world, adding layer upon layer of innovative ideas and concepts. Such an extraordinary level of complexity deserved a more thorough analysis than usual. And I must say I’ve enjoyed studying all the references included in the work of the brilliant British author. I think I’ve only scratched the surface but that will have to suffice for now. The artistic team of Jeremy Rock and Greg Waller deserves a special recognition. They pencil, ink and color the futuristic designs of Narcopolis, infusing life in all the characters and adding a much needed touch of sophistication to a world in agony.   
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Surrounded by SlickArt and joos / rodeados de SlickArt y joos

La búsqueda de la felicidad ha sido abandonada hace mucho tiempo. Ha sido reemplazada por un inacabable y descarado consumismo. Ciertamente, nuestro siglo puede ser definido por la obsesión de la gente por consumir... ya sea productos o sus propias vidas. Ya no vivimos para ser felices. Nuestro único objetivo es ser buenos clientes, compradores fieles y consumidores perpetuos.

Jamie Delano entiende el espíritu de la época y extrapola las características del siglo XXI, proyectándolas en un futuro que se siente extremadamente cercano a nuestro presente. Delano es el arquitecto de Narcopolis, la Ciudad del Goce. En esta gigantesca metrópolis todos los ciudadanos exceden sus líneas de crédito para poder comprar joos (jugo), una sustancia viscosa que es consumida por el 99.99% de la población. Todos quieren el joos de MamaDream, de hecho, todos son adictos aunque no se den cuenta. Gastan su dinero con entusiasmo para comprar este jugo, y una vez que el dinero se termina, contraen deudas para seguir comprando. El consumismo nunca se detiene, ni siquiera por un segundo. 

El protagonista, Gray Neighbor, es un hombre trabajador con un defecto: la curiosidad. Él se pregunta por qué Narcopolis está en guerra con “el enemigo”, una amenaza abstracta que causa pánico en las calles de la urbe. También tiene otra debilidad: a diferencia de la mayoría de los ciudadanos, él disfruta con la lectura. Y tiene una pequeña colección de libros, esos 'artefactos con letras' que la mayoría evita tocar, después de todo, una creencia popular afirma que el papel puede transmitir enfermedades y causar infecciones cutáneas. Delano rinde homenaje a clásicos de la ciencia ficción como “1984” de George Orwell, “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury y “Un mundo feliz” de Aldous Huxley. Tenemos un gobierno totalitario (“1984”), un completo rechazo hacia la cultura y los libros (“Fahrenheit 451”) y la ilusión de un mundo feliz (de la novela del mismo título). Por supuesto, el autor británico condimenta todo esto con la presencia del marketing y la necesidad de la gente por consumir y seguir consumiendo.

Por años, Gray Neighbor ha tenido una vida tranquila y anodina. Pero últimamente ha estado cometiendo muchos errores. Nunca ve SlickArt, la forma predominante de entretenimiento visual (similar a los videos pornográficos de este siglo). Además, no consume joos, y como no es un adicto a esta sustancia no utiliza su línea de crédito. Él es el único ciudadano que tiene liquidez en vez de deudas. Y eso lo convierte en un sospechoso. Así que el gobierno envía a la agente Azure Love para espiarlo. Después de todo, un hombre que lee libros y que no disfruta del joos bien puede ser un terrorista.
The secret of MamaDream / el secreto de MamaDream

¿Pero qué hay de malo en tomar joos? ¿Una buena oferta no es irresistible para nosotros? Y, si olvidamos la ficción por un momento, ¿qué hay de malo en querer comprar el último modelo de smartphone o un auto del año o ropa de moda? Bueno, no hay nada de malo en ello siempre y cuando seamos concientes de la naturaleza del deseo. La condición humana puede expresarse como una lucha entre la ausencia y el exceso. Como escribió Jacques Lacan alguna vez, “la palabra mata a la cosa”.  La palabra mata a la cosa porque introduce el concepto de ausencia. Gracias a la palabra, nos resulta posible referirnos a cosas que están ausentes o que ni siquiera existen.

Pero el lenguaje nunca es suficiente para nosotros. Y de este modo se produce una brecha. Lacan también habla de lo Real, aquello que no puede ser simbolizado a través del lenguaje, y que opera como falta pero también como exceso. El deseo del sujeto nunca puede ser satisfecho; en lugar de ello, todos queremos más y más en un proceso sin fin de consumo que creemos, inconscientemente, que es el camino a la completitud, a esa etapa primordial previa a la ausencia creada por la palabra.

“Para seguir existiendo, el deseo debe tener a su objeto perpetuamente ausente. No es el 'ello' lo que queremos sino la fantasía del 'ello'”, explica Slavoj Žižek. Intentemos entender lo que significa el deseo. Sería un claro error si ustedes me dicen que lo que realmente quieren es el objeto de deseo. No. Lo que ustedes realmente quieren es la fantasía y la emoción de intentar encontrar ese objeto de deseo y, como están detrás de una fantasía, ese objeto de deseo será inalcanzable. Las bases de la publicidad responden a esta noción psicoanalítica. Los publicistas capitalizan este conocimiento al promover y propagandizar fantasías como la casa perfecta, las vacaciones ideales, un exitoso estilo de vida, etc. Es por estas razones que los habitantes de Narcopolis son presa fácil de la publicidad de MamaDream

La palabra Narcopolis viene de dos términos griegos: “narcos” que significa estupor y sueño, y “polis”, que significa ciudad. No es una sorpresa, entonces, que la gente en esta urbe viva en un constante estado de estupor producido por las sustancias que ingieren a diario. Pero no pueden superar su adicción. Porque MamaDream les promete placer pero en vez de eso les da goce.
Gray & Azure Love

Para Lacan, el placer es satisfacción. Por ejemplo, cuando estoy hambriento me siento satisfecho al comer una deliciosa cena. El goce es lo opuesto al alivio. Es lo que sucede cuando como compulsivamente, olvidando las consecuencias, desatendiendo el dolor y la incomodidad que experimento a causa de mi consumo continuo. Ese goce es la repetición de un trauma que subvierte permanentemente al placer y la felicidad, y es algo de lo que no podemos escapar.

La agente Love sospecha que Gray Neighbor podría ser un individuo subversivo y peligroso, no obstante se siente atraída por él. Después de algunas semanas viviendo juntos, Gray accede a convertirse en un agente de la ley. Por más que odie a MamaDream y a la realidad corporativa y sin alma en la que está atrapado, concluye que la alternativa, el siempre invisible “enemigo” podría ser mucho peor.  

Pero Gray aún tiene problemas para adaptarse a su nueva vida. Para empezar, no es un fan del SlickArt. ¿Por qué alguien se sentiría incómodo viendo shows pornográficos cada minuto de cada día en las paredes de incontables edificios públicos, cafés y restaurantes? Porque la pornografía sin fin deteriora la imaginación. Al mostrar la penetración explícita, la eyaculación y todo lo demás, el porno, de hecho "no deja nada a la imaginación". Pero también suplanta el orden de lo simbólico con una representación más tangible.

¿Qué sucede cuando un amante es confrontado con el cuerpo desnudo del otro en toda su materialidad? La atracción puede convertirse en asco. Eso pasa porque el amante observará en el otro los lunares, granitos, excreciones, etc. (elementos que no afectarían en nada a la cópula animal). Para ser parte del orden simbólico (con sus leyes, convenciones e imágenes de perfección), el sujeto humano efectivamente disocia la materialidad del cuerpo. SlickArt crea una imagen de perfección física, penes constantemente erectos y grandes genitales que no necesariamente se corresponden con la realidad. Más aún, al eliminar la materialidad del cuerpo, nuestro impulso sexual es “desinfectado”. 

En segundo lugar, Gray aborrece la codicia inmanente de las mega-corporaciones. En “El sublime objeto de la ideología”, Žižek argumenta que hay un exceso necesario y constitutivo en el capitalismo, un desbalance que en vez de debilitar al capitalismo revela su verdadera constitución. El capitalismo es en esencia un sistema en crisis, pero una crisis constitutiva que genera una espiral ascendente de productividad, lo que es la base de la producción capitalista de la plusvalía. Esta es una de las razones por las que el capitalismo jamás podría ser reemplazado así como por qué encaja tan bien con la psique humana. Sólo el capitalismo puede aprovecharse de la falta y el exceso, del deseo y el goce.

Gray se había rehusado a beber joos desde el primer capítulo. Y se da cuenta de que hizo lo correcto cuando descubre que cientos de hombres y mujeres son chupados por los tentáculos de MamaDream. Si consideramos lo real como un detritus del significante, entonces sería justo afirmar que joos es aquel exceso, aquel real Lacaniano que penetra a través de los poros de la sociedad. Este excremento líquido permanece como un vacío a ser llenado, “un exceso de la existencia sobre la representación”.
the Cathedral of Desire / la Catedral del Deseo

Después de graduarse como agente, Gray y Love son invitados a la Catedral del Deseo, un lugar que ejemplifica muy bien el ideal de entretenimiento de esta civilización. Todos los ciudadanos de Narcopolis han visitado la catedral al menos una vez. Recordemos que la orden que el superego dirige al sujeto es, por encima de todo, "¡goza!". Y aquí todos obedecen esa orden.

El único que puede protestar contra este mandato es Gray. “Despierta, Azure. No puedes amar a una marca. MamaDream es una droga de SentirseBien, no una jodida ideología”, declara. ¿Por qué MamaDream demanda una completa devoción? Evidentemente, porque se alimenta del goce humano. Lejos de ser una marca anónima, MamaDream necesita ese influjo constante de goce de los ciudadanos para definirse e incluso constituirse. 

Al final, es claro que Gray y Love no pueden vencer a la corporación. No pueden cambiar el mundo. Tal vez esta es una crisis de investidura simbólica, o simplemente la aceptación de la derrota. De todos modos, tienen dos opciones: libertad o seguridad. Libertad significa huir de la ciudad y dejar de ser consumidores, y seguridad significa regresar a sus viejas vidas y aceptar la omnipotencia de MamaDream. ¿Qué decidirían ustedes? 

Jamie Delano ha creado un escalofriante y fantástico mundo, añadiendo capa tras capa de ideas y conceptos innovadores. Un nivel tan extraordinario de complejidad merecía un análisis más minucioso del habitual. Debo decir que he disfrutado estudiando todas las referencias incluidas en el trabajo de este brillante autor británico. Creo que apenas he arañado la superficie, pero por ahora basta. El equipo artístico de Jeremy Rock y Greg Waller merece un reconocimiento especial. Dibujan, entintan y colorean los diseños futuristas de Narcopolis, imbuyendo de vida a todos los personajes y añadiendo un muy necesitado toque de sofisticación a un mundo en agonía.

April 25, 2012

Supercrooks # 1 - Mark Millar & Leinil Francis Yu


Leinil Francis Yu
Johnny Bolt may not be as heroic as Robin Hood, but he’s charming enough to make us forget that he’s a thief. Johnny lives in New York, a city which is routinely disturbed by acts of violence by agents of the state (Salamander) and by non-state actors (such as acts of rioting and the delinquent escapades of Johnny and his comrades). As philosopher Slavoj Žižek would see it, this violence cannot be seen as mere contingent disruptions of an otherwise idyllic world of liberal capitalism; indeed, the all-too visible violence of rioting and criminality reflects a greater violence inherent to the system itself.

In fact, as we learn in the opening chapter, a man like Salamander basically owns Vegas, the west coast and a few other areas. He has a vast empire of seemingly legitimate business, and thus by being a part of the system he can earn millions of dollars. There are others, however, that are not a part of the system, save for the penitentiary system. Johnny is one of such marginalized adventurers. In a city teeming with superheroes, even a simple robbery can go wrong in so many ways. Johnny has learned that the hard way, after all, he’s been arrested more times that he can remember. In the initial pages, he gets arrested by a superhero and ends up behind bars, again; there’s such a sense of familiarity when he returns to jail, even the prison’s guards treat him like an old friend. Johnny Bolt and his fellow villains are characters doomed to failure, just like any other villain in New York (this would also be especially true in the regular Marvel Universe… if it’s already hard to rob a bank in real life, just try to imagine how hard would it be in a city populated by Spider-Man, The Avengers, The Fantastic Four, etc.).
Johnny Bolt back in prison / Johnny Bolt de vuelta en la prisión

A few years after Johnny’s incarceration, Carmine, an old bank robber who should have retired by now, is apprehended by Salamander. In order to save Carmine’s life, Johnny, his ex-wife and the ‘old gang’ must pull off one last, great heist. Small time crooks can’t really affect the system, personified here by Salamander. There is a systematic criminality engendered by the economic activity sustaining our system. The real violence here derives from the ceaseless economic expansion of capital -id est, Salamander’s goal- not from the activities of Johnny and his colleagues; after all, they may be thieves but -as it’s made evident in the first pages- they are not coldblooded murderers.

They can no longer commit crimes in a city inhabited by hundreds of powerful and heroic vigilantes. So what can they do? Move to Spain, of course; travel to a country that has no superheroes. Will they be able to accomplish their mission and get 100 million dollars in order to save Carmine, the old man who mentored them in the arts of larceny? Only time will tell.

I found a number of posts in Mark Millar’s message board praising Leinil Francis Yu’s art. I had been pleasantly surprised with Yu’s work in Millar’s Superior, but I think he does even a more brilliant job here. His sequences are loaded with movement and action, and a certain grace too; furthermore the design of the characters outfit is quite appealing to the eye. Can’t wait to read the second issue, and I’m glad I’ve already preordered it.

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Carmine & Salamander

Johnny Bolt tal vez no es tan heroico como Robin Hood, pero sí tiene el suficiente encanto como para hacernos olvidar que es un ladrón. Johnny vive en New York, una ciudad que padece rutinariamente actos de violencia por agentes del estado (Salamandra) y otros (como el pillaje y la delincuencia de Johnny y sus camaradas). Tal como explicaría el filósofo Slavoj Žižek, esta violencia no puede ser vista como una mera irrupción contingente en el idílico mundo del capitalismo liberal; de hecho, la violencia tan visible del pillaje y la criminalidad reflejan una violencia aún mayor inherente al sistema en sí.

En este capítulo inaugural, averiguamos que un hombre como Salamandra es prácticamente el dueño de Las Vegas, la costa oeste y algunas otras áreas. Tiene un vasto imperio de negocios aparentemente legítimos, y así, al ser parte del sistema puede ganar millones de dólares. Hay otros, sin embargo, que no forman parte del sistema, con la excepción del sistema penitenciario. Johnny es uno de estos aventureros marginales. En una ciudad rebosante de súper-héroes, incluso un simple asalto puede salir mal. Johnny ha aprendido la lección, después de todo, ha sido arrestado incontables veces. En las páginas iniciales, un súper-héroe lo arresta y termina tras las rejas una vez más; hay un sentido de familiaridad cuando regresa a prisión, incluso los guardias lo tratan como a un viejo amigo. Johnny Bolt y sus aliados villanos son personajes condenados al fracaso, como cualquier otro villano en New York (esto sería especialmente cierto en el universo Marvel... si ya es difícil asaltar un banco en la vida real, imaginemos lo difícil que sería en la ciudad donde viven los Cuatro Fantásticos, lo Vengadores, el Hombre Araña, etc.).
the old gang / la vieja pandilla
my pencils / mis lápices
Pocos años después del arresto de Johnny, Carmine, un viejo ladrón de bancos que debería haberse jubilado, es aprehendido por Salamandra. Para salvar la vida de Carmine, Johnny, su ex-esposa y la 'vieja pandilla' deben lograr un último, gran asalto. Estos ladrones de poca monta no pueden afectar el sistema, personificado aquí por Salamandra. Hay una criminalidad sistemática engendrada por la actividad económica que sostiene nuestro sistema. La verdadera violencia aquí deriva de la incesante expansión económica del capital -o sea la meta de Salamandra- y no de las actividades de Johnny y sus colegas; aunque sean rateros -tal como queda en evidencia en las primeras páginas- no son asesinos a sangre fría.

Ellos ya no pueden cometer crímenes en una ciudad habitada por cientos de poderosos y heroicos vigilantes. ¿Qué pueden hacer? Mudarse a España, por supuesto; viajar a un país que no tiene súper-héroes. ¿Serán capaces de cumplir su misión y conseguir 100 millones de dólares para salvar a Carmine, el anciano que fue su mentor en las artes del hurto? Sólo el tiempo lo dirá.

Leí en el foro de Mark Millar bastantes comentarios elogiando el arte de Leinil Francis Yu. Ya había quedado gratamente sorprendido con el trabajo de Yu en “Superior” de Millar, pero creo que aquí está incluso mejor. Sus secuencias están cargadas de acción y movimiento, y una cierta gracia también; más aún, el diseño de los trajes de los personajes es muy atractivo. No puedo esperar a leer el segundo número, y me alegra haberlo comprado por adelantado.