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July 19, 2011

1602 - Neil Gaiman & Andy Kubert

Covers / portadas 
Originally published in 2003, Neil Gaiman’s 1602 has some of the best Andy Kubert’s illustrations in a long time as well as gorgeous covers by Scott McKowen. 1602 is full of details that enhance the reading experience: the last names of many of the characters are based on real francophone linguistic influences (EG instead of Peter Parker we have Peter Parquagh); the frequent use of songs, such as the ballad that narrates the fate of the Fantastick vessel and his four occupants, exemplifies common 17th century cultural praxis. Also, as many Shakespeare scholars know, men disguised as women -or women disguised as men- was quite a common tendency, and not only in Elizabethan theatre (that’s why it shouldn’t come as a shock that Jean Grey poses as ‘John’ Grey).

As can be attested in Sandman, Gaiman is an expert in Shakespeare’s era. In 1602 he uses all that historical knowledge to strengthen his story and the world he creates. It’s fascinating to observe, for example, how velocity can be the greatest asset for the Grand Inquisitor (Magneto). Effectively, sending a message from one country to another could take several days, and so a man able to run thousands of miles per hour (Quiksilver) suddenly becomes the most irreplaceable member of Magneto’s brotherhood.
Angel

Fantastic Four
Velocity is what Javier and his witchbreed need in order to seize Doom’s castle on time. Count Otto Von Doom has imprisoned the Four from the Fantastick (Sir Richard Reed, Captain Benjamin Grimm, John Storm and Susan Storm). In this reality, Doom is also known as the Handsome, and indulging in unabashed exhibitionism he has no problem in maintaining sexual intercourse in front of the Invisible Woman (who is perpetually invisible and trapped in a glass casket). Doom has devised refined punishment methods for Richard Reed and his companions, but none can rival the perverse scenario in which the gaze of the other (in this case, an ‘unseen’ other: Susan Storm) sustains his sexual prowess.

With the inquisition in Spain and King James’ bigotry in England, there seems to be no place for the witchbreed in Europe. That’s why Javier and his disciples flee to the New Continent, to America, aided by the Four from the Fantastick, the Norse god of Thunder and Rojhaz, who is in fact Steve Rogers –Captain America- an unwilling time-traveller. His presence, nevertheless, has created a rift in time that must be solved by Richard Reed if the world is to survive.
Cyclops, Angel & Fury

Unlike previous Gaiman’s works, this is mostly adventure. Action and touching moments are carefully paired with original ideas and the vibrant reimagining of classic Marvel universe heroes. I had the chance to read this miniseries a few years after the original release date, and even though I had been ‘spoiled’ online, I still enjoyed it tremendously.

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Thor

Publicada originalmente en el 2003, 1602 cuenta con algunas de las mejores ilustraciones de Andy Kubert hasta la fecha, así como bellísimas portadas de Scott McKowen. Cada detalle en 1602 tiene una justificación: por ejemplo, la influencia lingüística de los francófonos (así, en vez de Peter Parker tenemos a Peter Parquagh); el uso frecuente de canciones, tales como la balada que narra el destino del bajel Fantastick  y sus cuatro tripulantes, reafirma prácticas culturales típicas del siglo XVII. Del mismo modo, como muchos estudiosos de Shakespeare sabrán, hombres disfrazados de mujeres -o mujeres disfrazadas de hombres- era una tendencia común, y no sólo en el teatro isabelino (por eso no debería inquietar a nadie que Jean Grey finja ser 'John' Grey).

Como queda demostrado en Sandman, Gaiman es un experto de la era de Shakespeare. En 1602, utiliza todo su conocimiento histórico para reforzar el relato y el mundo que crea. Es fascinante observar, por ejemplo, cómo la velocidad puede ser uno de los más deseadas cualidades para el Gran Inquisidor (Magneto). Efectivamente, enviar un mensaje de un país a otro podría tomar varios días, por ello un hombre capaz de correr miles de millas por hora (Quiksilver) repentinamente se convierte en el más indispensable miembro de la hermandad de Magneto.
John Grey = Jean Grey

The Phoenix Effect / El efecto Fénix
Velocidad es justo lo que Javier y sus mutantes necesitan para someter el castillo de Doom a tiempo. El Conde Otto Von Doom ha apresado a los Cuatro del Fantastick (Sir Richard Reed, Captain Benjamin Grimm, John Storm y Susan Storm). Doom, conocido como el Apuesto, no tiene problemas en ceder a un exhibicionismo descarado al mantener relaciones sexuales frente a la Mujer Invisible (perpetuamente invisible y atrapada en una urna de cristal). Doom ha diseñado refinados métodos de castigo para Richard Reed y sus compañeros, pero ninguno rivaliza con el perverso escenario en el que la mirada del otro (en este caso un otro que no se ve pero que está allí, Susan Storm) sirve de sostén para sus proezas sexuales.

Con la inquisición en España y el racismo del Rey James en Inglaterra, parece no haber un lugar para los mutantes en Europa. Javier y sus discípulos huyen al nuevo continente, a América, ayudados por los Cuatro del Fantastick , el dios nórdico del trueno y Rojhaz, quien de hecho es Steve Rogers -Capitán América- un involuntario viajero temporal. Su presencia, no obstante, ha creado una ruptura en el tiempo que debe ser arreglada por Richard Reed antes que la Tierra sea destruida.

A diferencia de trabajos previos de Gaiman, esto es sobre todo aventura. La acción y los momentos cautivadores están cuidadosamente unidos con las ideas originales y la vibrante reimaginación de los héroes del universo Marvel clásico. Tuve la oportunidad de leer esta miniserie algunos años después de la fecha de publicación, y aunque el Internet ya me había estropeado algunas de las sorpresas, la disfruté tremendamente.

June 25, 2011

RUINS - Warren Ellis


RUINS # 1


As comic book readers we easily agree upon some pre-established rules. We help the writer bend reality or modify it just enough so that we can accept that Spider-Man got his powers after being bitten by a radioactive spider, or that mutants have superhuman abilities because they happen to be the next step in evolution. And that’s fine. We have to accept all of it if we want to enjoy our favorite titles.



But what would happen if we don’t agree with those rules? What would happen if an irradiated, poisonous arachnid bites someone? Well, the outcome might not be as marvelous as we have come to expect. In “Ruins”, Warren Ellis does exactly that: he toys with the basic premises of the superhero genre and in doing so he comes up with a, shall we say, harsh outcome. Here the only law (Murphy’s law) is "everything that can go wrong will go wrong".


In this world, mysterious chemicals do not give Matt Murdock a radar sense, only a painful death. And just like people always ask in action movies “how come the hero never gets shot?”, well, here they get shot alright as can be seen in Punisher’s merciless death. Published in 1995 right after the huge success of Marvels, Phil Seldon continues to be the protagonist, except now he is more of a deuteraganist; he is not a man of agency but rather a passive witness that can barely hold things together. I would say the real protagonist is the world that Ellis creates in only a handful of pages, aided by the stunning visuals of Terese Nielsen, Cliff Nielsen & Chris Moeller.

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Los lectores de cómics nos ponemos de acuerdo tácitamente sobre ciertas reglas preestablecidas. Ayudamos al escritor a modificar la realidad lo suficiente para que aceptemos que Spider-Man obtuvo sus poderes al ser mordido por una araña radioactiva, o que los mutantes tienen habilidades increíbles simplemente porque son el próximo paso en la evolución. Tenemos que aceptar todo esto si es que queremos disfrutar nuestros títulos favoritos.

¿Pero qué pasaría si no estamos de acuerdo con estas reglas? ¿Que podría suceder si una arala irradiada envenena a alguien? Bueno, el resultado no sería tan maravilloso como podríamos esperar. En "Ruins", Warren Ellis hace exactamente eso: juega con las premisas básicas del género de súper-héroes y acepta una única norma, la ley de Murphy "si hay posibilidad de que salga mal, saldrá mal".

Publicada en 1995 después del éxito de Marvels, Phil Seldon continúa siendo el protagonista, excepto que ahora es más un deuteragonista; no es un personaje activo sino un testigo pasivo que apenas puede darle algo de sentido a lo que observa. Diría que el verdadero protagonista es el mundo que Ellis crea en tan sólo un puñado de páginas, ayudado por la destreza visual de Terese Nielsen, Cliff Nielsen & Chris Moeller.