Showing posts with label Bucky Barnes. Show all posts
Showing posts with label Bucky Barnes. Show all posts

March 25, 2012

Winter Soldier # 1 - Ed Brubaker & Butch Guice

Lee Bermejo
I read Captain America’s relaunch last year and I didn’t feel particularly interested in it. It’s not that Ed Brubaker came up with a bad story, it’s just that I didn’t feel the urge to know what would happen next. I have had a few problems with Brubaker in the past, his first arc in Daredevil was intense and unforgettable, but after a while some of his narrative resources seemed a bit stagnant, a bit monotonous.

So I was a bit on the fence when I saw the solicitations for Winter Soldier. But Lee Bermejo’s cover was quite persuasive. And so I preordered it. I read it. And I enjoyed it. Brubaker returns to that which he does best: spies, intrigues and crime with a noir feel. And Butch Guice is the ideal artistic partner for such a project. I must admit that since page one I felt immediately seduced by Guice’s wonderful art. His pages in Captain America were great, but I think he’s even greater here.

Guice has graphically rechanneled the tradition of Marvel’s espionage books of the past, and thus, we have a certain sense of Jim Steranko’s Nick Fury in these pages. Just the thought of having 9 panels in a single page (quite a striking page, by the way) is like a revolutionary statement nowadays, in an era which artists seem quite comfortable with several splash pages and double page spreads per issue. The layout of the panels and the grittiness of Guice’s inks converge in a magnificent visual treat.
Butch Guice

Winter Soldier does feel like a very nice homage to the comics of the past, with an outstanding artistic approach and a very solid script. Someone could ask, however, what is the relevance of Russian spies in the 21st century? Well, as Slavoj Žižek wrote recently “we no longer have wars in the old sense of a conflict between sovereign states in which certain rules apply”. This, of course, finds a special validation if the course of Winter Soldier’s first issue, in which James “Bucky” Barnes remembers that during the Cold War, one skillful agent, in the right time and the right place, could be more effective than an army. Ivan Kragoff (also known as the villainous Red Ghost) subscribes to this idea too, which is in itself quite logical since in today’s world one terrorist, given the opportunity, can be more harmful than an entire army.
9 amazing panels / 9 viñetas asombrosas

Why did Bucky Barnes replace Captain America a couple of years ago? Steve Rogers, the idealistic and noble hero had died trying to protect innocent lives in the aftermath of Civil War. But this was also a symbolic death that had a clear statement: America, as we knew it, was gone. Or, at least, there had been some profound changes, and that is why Bucky, as the new Captain America, could do things that Steve Rogers would not even consider. Aided by Natasha Romanov (AKA the Black Widow), Winter Soldier faces a dangerous threat and unknown enemies in this new title, enemies that have decided to attack the embassy of Latveria. The target? Doctor Doom.


Certainly, what I referred to as “change” can be exemplified not only by Bush’s Patriotic Act but also by Jonathan Alter’s Newsweek article ‘Time to Think about Torture’; here, an average American citizen, in the end, arrives to a debatable conclusion: “It’s a new world, and survival may well require old techniques that seemed out of the question”.


One of the things that I enjoyed the most before the return of Steve Rogers was the constant questioning in Bucky’s mind. He knew he had resorted to all these ‘old techniques’, he knew that as the Winter Soldier he had killed and tortured many people, and yet he was now using the mantle of America’s most beloved hero. These internal contradictions transformed Bucky into a multidimensional character that had nothing to do with his more naïve and childish iteration from the 40s. Here’s hoping that Brubaker and Guice will take us again into a similar path of enjoyment.

_______________________________________________________________________________________
Winter Soldier & Black Widow

Leí el inicio de la nueva etapa del Capitán América el año pasado y no me sentí particularmente interesado. No es que Ed Brubaker escribiese un relato pobre, sino que no sentí ninguna urgencia en saber qué pasaría a continuación. He tenido algunos problemas con Brubaker en el pasado, su primer arco en Daredevil fue intenso e inolvidable, pero después algunos de sus recursos narrativos se sentían como estancados, monótonos.

Así que cuando me enteré de que saldría Winter Soldier dudé. Pero la portada de Lee Bermejo fue bastante persuasiva. Así que hice mi compra por adelantado. Lo leí. Y lo disfruté. Brubaker regresa a lo que mejor sabe hacer: espías, intrigas y crimen con un aire a serie negra. Y Butch Guice es el aliado artístico ideal para semejante proyecto. Debo admitir que desde la primera página me sentí inmediatamente seducido por el maravilloso arte de Guice. Sus páginas en Capitán América eran muy buenas, pero creo que aquí son incluso mejores.

Guice ha canalizado la tradición de los títulos de espionaje de Marvel de antaño, y de este modo, tenemos páginas que nos recuerdan al Nick Fury de Jim Steranko. Sólo la idea de tener 9 viñetas en una sola página (preciosa página, por cierto) parece revolucionario en la actualidad, en una etapa en la que los artistas se sienten más cómodos mientras menos tengan menos viñetas que elaborar. La distribución de los paneles y la determinación de las tintas de Guice convergen en un magnífico festín visual.
Doctor Doom

Winter Soldier es un óptimo homenaje a los cómics del pasado, con un estupendo enfoque artístico y un guión muy sólido. Alguien podría preguntar, sin embargo, ¿qué relevancia tienen los espías rusos en el siglo XXI? Bueno, como escribió Slavoj Žižek hace poco "ya no hay guerras en el viejo sentido de un conflicto entre estados soberanos en donde se aplican ciertas reglas". Esto, por supuesto, es especialmente válido en el transcurso del primer número de Winter Soldier, en el que James “Bucky” Barnes recuerda que durante la Guerra Fría, un agente capaz, en el lugar y en el momento adecuado, podía ser más más efectivo que un ejército. Ivan Kragoff (también conocido como el villano Red Ghost) piensa exactamente lo mismo, que no deja de ser bastante lógico, y es que en el mundo de hoy un terrorista, si tiene la oportunidad, puede causar más daño que todo un ejército.

¿Por qué Bucky Barnes reemplazó al Capitán América hace un par de años? Steve Rogers, el héroe noble e idealista había muerto intentando proteger vidas inocentes en el desenlace de Civil War. Pero esta fue también una muerte simbólica que tenía un significado: Estados Unidos, como lo conocíamos, ya no existía. O, por lo menos, habían ocurrido profundos cambios, y es por ello que Bucky, como el nuevo Capitán América, podía hacer cosas que Steve Rogers ni siquiera consideraría. Ayudado por Natasha Romanov (Black Widow), Winter Soldier se enfrenta a una peligrosa amenaza y a enemigos desconocidos en esta nueva colección, enemigos que han decidido atacar la embajada de Latveria. ¿El objetivo? Doctor Doom.

Ciertamente, el 'cambio' al que me refería puede ser ejemplificado no sólo por el Acta Patriótica de Bush sino también por el artículo de Newsweek de Jonathan Alter "Es momento de pensar en la tortura"; aquí, un típico ciudadano norteamericano llega a una debatible conclusión: "Es un nuevo mundo, y la sobrevivencia puede requerir viejas técnicas que antes no habríamos considerado".

Una de las cosas que más disfruté antes del regreso de Steve Rogers fue el constante cuestionamiento interno de Bucky. Él sabía que había recurrido a todas estas 'viejas técnicas', él sabía que, como Winter Soldier, había asesinado y torturado a mucha gente, y no obstante estaba usando el manto del héroe más amado de Estados Unidos. Estas contradicciones internas transformaron a Bucky en un personaje multidimensional que no tenía nada que ver con su versión más inocente e infantil de los años 40. Espero que Brubaker y Guice no se aparten del buen camino.